4 de mayo de 2009

PALABRAS CLAVE

Flora y Flor (sí, somos todas re originales con los nombres) me invitaron a participar de esta propuesta. La consigna era incluir en el texto las palabras VIDA, AMOR, LITERATURA, SEXO, VIAJE y CINE.
Acá voy con el mío... y no lo paso a nadie, el que lo quiera seguir puede hacerlo y avisar en los comentarios para que pasemos a verlo.


Que las vueltas de la vida son muchas veces ingeniosas e impredecibles no es una novedad. No por eso deja de sorprenderme como, a veces, se las ingenia para llegar a los objetivos que tiene pensados.
Así fue como hace un tiempo atrás encontré el amor de la manera menos pensada.
La música de mis días y el cyber-espacio me llevaron a un punto de reunión del que no habría retorno. Entre los habitantes de la comunidad virtual había unos cuantos rosarinos con los que empezamos a "hablar" (léase chatear) al poco tiempo de mi llegada.
Una noche cualquiera, previa a uno de mis últimos viajes a mi adorada Bombonera, estaba yo en la PC... aburrida, intentando matar el tiempo de esa noche interminable, mientras la ansiedad por lo que me esperaba a la mañana siguiente me invadía por completo (como cada vez, como en cada viaje). Hablaba con él o con la versión que hasta entonces conocía: su privilegiada ventana en mi Msn. Desde el principio habíamos tenido conversaciones fluídas, espontáneas, divertidas y a veces confidentes. Pero nunca, hasta entonces, había existido más intención que la de una amistad basada en nuestro primer punto en común: esa especie de devoción hacia Patricio Rey, que nos lleva a reunirnos en los lugares menos pensado.
Era sábado, ninguno de los dos salía y la perspectiva de irse a dormir temprano no era de lo más tentadora. Me invitó una cerveza... ok dije, pero en mi casa. Nunca voy a terminar de comprender el impulso de esta invitación, el repentino exceso de confianza en un pseudo-desconocido. Pero lo invité. Le expliqué cómo llegar y una media hora después fui a esperarlo a la parada del colectivo. Llegó y ahí todo empezó a suceder en cascada, los hechos se dieron a una velocidad incalculable y al poco tiempo nos vimos enredados en una historia de la que no teníamos intenciones de salir. No fue sólo atracción física... el sexo fue incorporado más tarde que temprano. Fue una mezcla inexplicable de elementos y situaciones en un período que transcurrió a la velocidad de un rayo. A poco de conocernos fuimos juntos al cine, paseamos por el río, tomamos litros interminables de mates y nos vimos tanto como pudimos. Fuimos a sentarnos enfrente de la cancha de Central a escuchar desde afuera Sabina - Serrat y pudimos entrar sobre el final y verlos en vivo. Meses después confesamos que para los dos, ese día había marcado un antes y un después en nuestras vidas.
Hasta hoy seguimos escribiendo páginas en un libro invisible, que tal vez jamás llegue a ser una obra célebre de la literatura, pero para nosotros es el más especial de los best-seller's.

6 comentarios:

Word dijo...

Insisto, es un muy buen ejercicio. Te saca de la estructura de redaccion habitual.

Y lo tuyo estubo muy original, te felicito. Besos!

Floripondia dijo...

Quedo genial Flor!

Si nuestras madres/padres/tutores/ encargados no fueron muy originales a la hora de darnos nombre :S

Vane dijo...

Quedo muy emocionante!
y preciso, es que comence a leer y no me pude detener niun solo instante!
un abrazo!

Charles dijo...

Me morí de amor.
Sí, también soy cursi, ¿algún problema? :P

Maryam Ds dijo...

La verdad que yo también comence a leer y no pare hasta el final, no solo porque te quedo re lendo sino porque no conocia tu "historia de amor" entonces digamos que me acabo de enterar como sucedio todo eso jaja.
Besotes Flopy
Maia

p.d: y yo seguiria con el juego pero no son buenas palabras para un texto de Maia jajaa

Cecis ... funámbula dijo...

Que bueno que hayas vuelto, Flor!!
Un beso