CORAZÓN LUNÁTICO
Fueron más de 5000 kms en unos pocos meses. Recorridos en tren, en auto, en micro, caminando. Albergados en carpas, en hostels, en hoteles, en la nada. Vaciando los bolsillos hasta el último centavo para pagar lo impagable.
Al norte, al sur, al este y al oeste, transitamos cada camino con la ansiedad en las venas y la sonrisa pintada en la cara. Miles de almas peregrinando con el mismo objetivo, sacaralizando los ritos repetidos durante años.
El aire se había transformado como si esa mística que nuestro origen llevaba en su nombre se hiciera presente para que todos pudieran verla. Como si todas las almas formaran una sola. Un alma que no pertenecía a nadie, pero que era de todos. Que no estaba dentro de ninguno, porque se había salido de nosotros para invadir cada uno de los lugares que fueron testigos privilegiados de los encuentros. Jesús María, Tandil, La Punta, La Plata.
Y si uno de los lugares elegidos era inhóspito, alejado y desconocido para todos los que llegamos hasta ahí, fue probablemente para demostrar que no hay fronteras válidas ni obstáculo suficiente para detener la fuerza de la ola ya treintañera.
Poco importaron las horas de viaje, el cansancio de los días sin dormir. Siempre revivimos extasiados ante el sonido del primer acorde, de esa voz hipnótica que sabe mover las banderas de nuestros corazones y devolvernos los juguetes perdidos hace algún tiempo. Poco más de 2 horas enajenados del resto del mundo, olvidando todo lo demás, que nadie recuerda en ese momento. Todo se resume en ese lapso, pasando por infinidad de emociones. Y al final siempre la misma explosión, la misma euforia proveniente quién sabe de donde, desencadenando el torbellino de cuerpos enredados en la misma y única felicidad. Esa felicidad casi onírica e irrepetible que no tiene explicación posible sino se la vive para entenderla. Casi onírica, porque yo... no lo soñé.
Hoy y siempre, gracias Redondos.
Gracias Indio por un año inolvidable.
4 de abril de 2009
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4 comentarios:
cuando se apagan las luces, suenan los primeros acordes, el escenario estalla de repente y lo ves al pelado bailotear cerca del microfono, de repente, el precio pagado se te hace irrisorio
Seee.
Vos sabés de lo que hablo :)
Que lindo es leerte Flop...
primer recital redondo para mi: junin, año 89, no llenaron ni la mitad de la cancha de basquet, jejeje
segundo y consagratorio: huracanes, en el 93? me volo la cabeza, mal
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