4 de febrero de 2007

CAMBIOS, PADRES E HIJOS

Reconocelo, te resistís al cambio. Y sí, es así, ¿para qué negarlo?
Ahora reconocé también que todo lo que afirmás con una convicción alarmante, termina pasando, pero exactamente al revés. Y sí, es así, ¿para qué negarlo?
Entonces, vos que siempre sos tan ordenada, tan metódica, tan amiga de lo conocido y lo previsible, de repente un día te das cuenta que estás cansada, aburrida, triste, y tantas otras cosas y decís "necesito un cambio". (Hasta ahí vamos bárbaro). Descubrís, o creés descrubrir cuál es ese cambio. (Perfecto). Tenés la posibilidad de llevarlo a cabo. (Esto viene bien, no se puede decir que no). Lo pensás, lo repensás y le das todas las vueltas posibles. Descubrís que es una de las decisiones más importantes de tu vida (después de la elección de tu carrera, creo que es una buena ubicación). Te asusta, pero también te genera una adrenalina increíble. Te imaginás cada detalle, todo; como va a ser, las cosas que vas a hacer, el primer día, el primer paso, el último día, el después. Te asusta, pero el resultado te encanta. Y al final te decidís, te sentís bien con vos y estás dispuesta a hacer que los próximos 6/8 meses sean lo que estás planeando.
Pero vos sabés que en alguna parte se esconde. Porque toda la vida fue así, no puede ser tan fácil. Entonces buscás, buscás, buscás... hasta que por fin encontrás el inconveniente: en poco menos de 2 meses vas a tener 21 años. ¿Y eso que tiene? Que con 21 o con 50, los padres siempre piensan que los hijos no han pasado de los 10.

5 comentarios:

Lulet (Julia Mar) dijo...

Y nunca cambia.
Tengo 28 y vivo sola hace mucho y... nunca cambia.
Los viejos son los viejos. No hay con qué darle.
Besos!!

Luciano dijo...

Todo un tema! Yo estoy con todos mis planes desbaratados, así que ahora tengo que arrancar de nuevo...

Flor dijo...

Es complicado, porque uno piensa que está dispuesto y preparado para enfrentar el desafío y ellos piensan que no es lo más conveniente.
No puedo juzgarlos, ni pensar que haya mala intención, pero es inevitable sentir que están limitando mis decisiones.
Es verdad, todo un tema.

Anónimo dijo...

Y lo peor de todo es que probablemente, y contra nuestra voluntad, perpetraremos la horrible tendencia...

saludos, Flor, la veo pisando fuerte, eso es bueno.

Lulet (Julia Mar) dijo...

No se preocupe, mujer. Y piense que sus decisiones siempre van a estar bien tomadas.
Aunque sean una mierda, al final. No importa.
Su experiencia de vida la hace.
Besos.