14 de octubre de 2009

EL VIAJE

No se sabe mucho sobre lo que pasó en el medio.
Todo empezó con aquel cassette encontrado por casualidad entre muchos otros cassettes que nadie escuchaba en esa casa. Nadie lo escuchaba, probablemente, porque nadie sabía de su existencia. Pero resultó que por aquel entonces empezaba a transitar la adolescencia y buscaba, sin saber bien qué, pero buscaba. Y como reza el saber popular: el que busca encuentra. Así fue como ese cassette gris fue a parar al viejo reproductor de una habitación ajena, que había sido ocupada aprovechando la ausencia de su verdadero huésped.
Es probable que no haya exisitido una gran comprensión en ese primer encuentro, ese primer choque de muchos otros. Pero con seguridad hubo algo diferente, algo que hasta entonces no había experimentado: el estremecimiento de cada célula del cuerpo al sonar de esos acordes, al primer contacto filoso con esa voz.
No se sabe mucho sobre lo que pasó en el medio, entre aquel día de Toxi-Taxi oído por casualidad y ese otro día, muchos años después, en una plaza de la ciudad, muy lejos de casa. La falta de estos datos hace que sea difícil entender por qué hasta el último centavo de los ahorros fue a parar a ese destino, por qué cometió la irresponsabilidad de irse (irse y nada más) justo en ese momento, por qué viajó de esa manera (tan apresurada y feliz).
No hubo más que rutas, durante muchas horas, cruzando provincias, mirando desde las ventanillas ciudades que jamás había pisado. Atrás quedaron Santa Fe, Santiago, Tucumán. Por fin "la linda" se le plantó ante los ojos, y le movió el corazón. Tanto esperarlo y ahí estaba.
Las horas siguientes fueron interminables. Le urgía la necesidad de que la noche por fin se le cerrara sobre la cabeza y trajera consigo lo que había ido a buscar.
Las nubes cubrieron los últimos agujeros que quedaban en el cielo. Otra vez mirar para arriba y reír de que siempre sea igual: la amenaza inminente del clima, para rogar que llueva, para rogar que no llueva.
La nebulosa de humo le cubrió la mirada y pronto quedaron a oscuras. Los sonidos hipnóticos comenzaron a girar en su cabeza, a meterse en cada parte del cuerpo (como aquella primera vez de Toxi Taxi, anticipando lo que vendría), a aumentar las pulsaciones, a condensar la masa para que los otros miles de cuerpos que estaban ahí perdieran su individualidad y se fundieran en el rito repetido.
De regreso a oktubre, desde oktubre... y aunque aún corría septiembre, otra vez se le erizaba la vida, se le pasaban tantos años por la memoria (nadie sabe bien lo que pasó en el medio), se le salían las lágrimas y se le inundaba el alma de felicidades inexplicables.
Las siguientes 2 horas fueron un trance permanente. Un sentir que de tan intenso se volvía tangible. Pasar de la risa al llanto, del abrazo al baile, del grito a la contemplación. Con los Juguetes Perdidos siempre ahí, llevando la noche a uno de sus puntos más extremos, levantar la vista empapada y sonreír por la complicidad de esa estrella que no quiso dejar de ser parte. Un desorden completo de emociones, acumulándose progresivamente para conformar el caos final. La ansiedad anticipando el momento, sabiendo que está ahí, que pronto aparecerá para desatar la tormenta, para tronar por los dolores, para hacernos bailar, presos de nuestras ilusiones, por nuestras penas, por las soledades. Y por fin aparece, el orgásmico pogo más grande del mundo; la pequeña muerte, la entrega total del final, ese dejar alma y vida, el estallido. Alfa y omega de nuestras pasiones.
Movilizados hasta los rincones más profundos de la esencia, nos desprendemos de a poco, volvemos a ser "yo" y empezamos a separarnos. El que emprende el regreso, nunca es el mismo que inició el viaje.
Nadie sabe bien lo que pasó en el medio, entre ese primer Toxi-Taxi y este 19 de Septiembre en el Martearena. Pero ¿quién necesita saberlo?

4 comentarios:

Uninvited dijo...

Creo que vas a tener que cambiarle el título a esta parte del blog donde ponemos los comentarios, nadie lo va a decir mejor que vos :)

Ojalá los supuestos cronistas del rock de unos cuantos medios pusieran siquiera un cuarto de tu pasión al escribir. Pasión y excelente gusto.

Beso Doctora :)

Flor dijo...

Oh, me sonrojo. (Ojo que no dije "carita ruborizada, arre").

Las notas post-recital fueron un desastre, llegaron a nombrar como parte de la lista de temas "La última curva" y "El ángel de los perdedores", temas que no son del Indio ni de Los Redondos. Imaginate si informan tan espantosamente en cosas "triviales", lo que harán con los temas importantes.

Me extendí un poco.

Beso Gabe :)

Carolina dijo...

me encanto
me encanto
me encanto (L)
yo no pude ir a salta
:(
dios
que lindo


un besoote =)

hayuncieloqueestamejor dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.