EXIT

Indistinguibles idas y vueltas en caminos sin señales.
En el medio de la existencia cruza el pánico de ir más allá y justo ahora nos venimos a dar cuenta que andamos sin frenos... y sin mapa.
Deberíamos haber pensado mejor en los riesgos antes de encender el motor.
Tiempo hubo de sobra; era un motor difícil y sus engranajes (víctimas del desuso) estaban tan acostumbrados a su quietud que seguramente hubieran preferido no moverse.
Pero ahora, ya ves, terminamos perdidos entre idas y vueltas.
Vueltas que se pretenden idas.
Idas que van directo hacia el pasado.
El camino está poblado de sombras, de miles de amenazas desconocidas, de murmullos en noches de invierno... y ahí el miedo. El miedo en tus manos que buscan el miedo en las mías.
El miedo en los ojos que no soportan mirarse otra vez de aquella manera. El miedo, enorme e innegable, de los 2, por no saber si es vuelta... o es ida.