K.O.

Mirá, te lo voy a decir sin vueltas porque esto no da para más. No pongas esa cara de superación, no uses ese gesto de altanería, no creas (por enésima vez) que te estoy debiendo.
¿Sabés qué? No es por vos, es por mí.
¡Ja! Sí, modificala si querés y decime que estoy usando la típica "no sos vos, soy yo". Puede ser.
Soy yo. Siempre fui yo. Todo lo que hice, lo que proyecté y hasta lo que dejé de hacer fui yo.
¿O vos diste medio paso alguna vez? ¿Hace falta que saquemos cuentas?
Dejame decirte que ese disfraz que usaste algunas veces era muy malo, siempre dejó traslucir tu verdadera esencia.
Ya no sé si te escribo para que veas que mi ingenuidad fue aparente o para demostrarte que en realidad puedo enojarme con vos.
Lo que sea... te lo voy a repetir otra vez aunque jamás hayas querido escucharme: siempre me levanto.
Esta no es la excepción ¿ves?
Fijate como de repente un día cuando me despierto me saco el pijama aunque no piense salir, y me peino y me pongo los aros, los anillos y el perfume.
Prestá atención a la música que elijo.
Y buscá ese brillo que conocés de sobra, el que primero desaparece (sabés perfectamente dónde mirar), así comprobás que está ahí.
Espero que hayas entendido algo... a partir de acá sobran las palabras, el resto se escribe en realidades.